EL DÍA
(a mi hijo Marcial Arredondo)
Niño del alto día que floreces,
rubia de luz la crencha enmarañada;
alado el pie, la sien alada, alada
la voluntad de fuego con que creces.
Con la aurora de fiestas amaneces,
sigues al sol y el sol es tu mirada,
siembras la luz sobre la tierra arada
y el cenit de los valles estremeces.
Niñez y juventud, y fuerza plena.
De trigo mozo van tus manos llenas,
y vital enardeces tu estructura.
Niño de sol, que la mañana orea.
Niño de sol, que sobre el mar procreas
y escultor de la frágil escultura.
martes, 28 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario